Suelen decir que cuando haces lo que más te
gusta el tiempo pasa volando, y yo doy fe de ello. Parece que fue ayer cuando
empezaba mi primer día de universidad y hoy, tres años después, me
encuentro a las puertas de un colegio preparada para empezar a dar mis primeros
pasitos hacia mi gran sueño ¡Ser maestra de educación infantil!
No voy a negar que eso de ponerme por primera vez delante
de una clase de 25 alumnos de 4 años me da un poco de respeto, pero también
tengo muchísima ilusión por empezar a ver cómo trabajan, cómo es su día a día
en la clase y en la escuela y por supuesto ver cómo puedo llevar al aula todos
los conocimientos y técnicas que he adquirido en estos tres años como
estudiante de magisterio infantil.
Mi propósito en este primer año de prácticas es aprender
todo lo posible tanto de los alumnos como de la maestra, adquirir pautas sobre diferentes
maneras de llevar un aula de infantil en un fututo, métodos de enseñanza que
sean atractivos para los niños a la hora de aprender, y sobre todo disfrutar al
máximo de las 8 semanas que me quedan por delante ya que es una experiencia única
e irrepetible.
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